domingo, 16 de marzo de 2014

ORACIONES DE AMOR


Nota preliminar: 

Cuando se termina un ciclo creativo surge en el ser el vacío, es una consonancia transitoria entre lo que ya se ha dado, creación realizada, y lo que ha de llegar de nuevo para ser donado a las generaciones siguientes, futura creación. Pero si el trabajo a desarrollar implica la existencia de cuatro generaciones, reencarnaciones del ser, entenderéis que el agotamiento, la crisis existencial llegará a límites casi imposible de soportar por un ser humano normal. El tema es que eso es lo que a mí me ha sucedido, de tal modo que desde el año 1749, excluyendo ligeros paréntesis, 1832/1836, 1870/1875, 1939/1945, hasta el día de hoy abarcamos 265 años, menos quince de los paréntesis, dan un total 250 años dedicados a la concreción de la tierra espiritual que el poeta A. Machado nos dejó pergeñada en su poemario Campos de Castilla. 

Ahora ya sabemos en qué consiste la tierra espiritual que espera a las generaciones por venir, también conocemos el lugar geográfico en donde está situada, recordar que no permanece sometida a las leyes de la escrituras catastrales, que se abstenga los miserables de la banca y los no menos míseros miembros de las grandes corporaciones de secuestrar la tierra a la que hacemos referencia, porque condenarán a muerte a sus descendientes, que sepan que esa tierra ya es libre lugar de paso para los hombre y mujeres libres que hemos nacido y han de nacer en el futuro. 

En el final del proceso han confluido la fuerza de mi espíritu, puramente inteligente y cainita, como corresponde al ilimitado espíritu del hijo del hombre, malditos sacerdotes de los infiernos, con el agotamiento total de las fuerzas de mi ser existencial. En conclusión, me he dado en llorar a la espera de que, una vez más, la vida se abriera, no ya para mí, que de siempre he vivido abierto, sino para toda la humanidad entera, a condición de que quienes se llaman seres humanos realmente lo sean y como tales se comporten. Muchos de vosotros, que os llamáis seres humanos, malditas federaciones empresariales que quieren secuestrar la tierra, malditos imperios que lo dan por hecho, permanecéis señalados por la marca degradada de la gran prostituta.


Primavera 2013, el pazo de Rosalía

Oración primera

Cuando llegas a mí
las olas de mi alma
se arrullan alrededor
de tu cintura, de cristal,
son gotas de rocío
que por tu ausencia
lloré en la noche,
al pie de la encina,
aupada en la sierra,
y que fuera cantada
por otros poetas,
bates que escribieron 
sus canciones a mujeres
con alma de agua,
alma femenina,
implorando ser invitados
al ágape del amor.

Ruego a los dioses
permitan expandirse
a mi alma por el ardiente
fuego de tu cuerpo,
de la pasión desenfrenada,
del amor y el deseo;
aun a riesgo de ser
devorado, mi corazón,
por la invisible águila
del tiempo, pues poco
me importaría la muerte
si yo feneciera en tus brazos.
Los dioses, celosos
de los hombres, prohíben
la felicidad permanente,
y yo rezo para ser feliz a tu lado,
y me pregunto:
¿cual será mi castigo?

23-01-14



Valencia, Atardecer
Oración  segunda

Mis amores,
sí son mis amores.
Quiero dejarme llevar
por la magia del amor
hasta morir
en la orilla de tu cuerpo,
igual que las olas,
durante la oración
de la tarde, que llegan
a la playa cansadas
de nadar desde
adentro la mar,
y acarician la epidermis
de la arena.
Y, al retirarse, las olas
de tu cuerpo dejan
el vacío a mi derredor,
y tu agua cálida
ya no acaricia mi piel,
y mis manos palpan
la sima de la soledad,
que se precipita en la inasistencia
de las olas en retirada.

Pero no huyas de mí,
yo necesito el hálito
de tu aliento, igual
que las aguas  precisan
del cauce por donde
desciendan libres,
para regar, allí en el llano,
el fruto de tu huerto,
y cuyas flores
ciegan los ojos frente
a los colores del arco
iris del alma, que balbucea
mi oración de la amatoria.

24/01/14



Típica chimenea de Santiago de C.


Oración nº 3


Rezo en mi desesperación,
y los dioses se aprestan
a taparse los oídos,
no quieren escuchar
lamentaciones quejumbrosas;
dicen que ellos crearon la vida
para reír, para que hombres
y mujeres nos realicemos
en el fuego efímero del amor.
El antiguo fuego que robara
el intrépido Prometeo,
aún siendo consciente
del castigo que le impondrían
por sentir compasión hacia
los seres humanos, imperfectos,
débiles, ignorantes de la belleza
que atrae a los cuerpos hacia
los cuerpos, queriendo fundirlos
en un solo cuerpo, siguiendo la
mutación infinita en el proceso
evolutivo, hacia la meta de la perfección.

Y mi oración de amor
son mis lamentos,
los de mi alma herida
por el rayo de piedra
que atraviesa mi pecho
y desgarra el corazón,
postrando mi cuerpo
contra la roca desnuda.
Y al dolor de la eterna
condena, el dolor
de grilletes en los brazos,
el dolor del abandono,
el dolor de la soledad. 

15/03/14 (19,37)


tal cual poesía
Oración cuarta

Fueron necesarias
tres reencarnaciones,
más una de preparación,
para que el hijo del hombre
llegara a la conclusión de su trabajo.
¡Amor!,
tú no ignoras la derrota del cuerpo
que fue inmolado en el templo
del tiempo imperturbable,
para servir, con su inteligencia,
el cáliz del amor a esta humanidad
tan necesitada de escarceos
amorosos, de dulce entrega;
mas no desesperemos,
porque la llave indeleble
de tu cuerpo permanece en manos
del destino, que un día
ha de alumbrarnos el camino
de la verdad a las generaciones.

Siquiera encontrara un día
la senda de tu cuerpo,
descerrajado al amor,
mi alma iluminaría
el momento de la intensidad
apasionadamente,
amándote en su entrega,
como los juncos de la orilla
del río aman al agua,
con indolencia.
Y es el momento de afirmar
que el hijo del hombre
es la orilla, el río y el junco.

15/03/14 (23,20)



Bodega en Laguardia, Álava.


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