viernes, 4 de marzo de 2011

La palabra mágica

Puesto que en el blog vamos de comunicación y entendimiento literario os presento mis reflexiones sobre la artesanía de la palabra. Pertenecen a la  introducción de uno de mis veintidos libros sin publicar, os prometo que a partir de ahora irán saliendo poco a poco a la palestra para vuestro disfrute.

Un saludo



Artesanía de la palabra, 1ª


Letra a letra se crea la palabra, palabra a palabra nace una frase,
frase a frase se construye un pensamiento, pensamiento a pensamiento se hace el capítulo, capítulo a capítulo se completa la novela.

Conclusión: todas las palabras que conforman El Quijote
fueron escritas artesanalmente por Miguel de Cervantes.


Palabras
Texto escrito el 24-05-08, a primera
 hora de la madrugada. Es de noche.


          Hoy es un día diferente, distinto a otros días. Hoy es un día que me envuelve en la necesidad de escribir, si bien no tengo idea alguna hacia que tema voy a dirigir mis preocupaciones metafísicas, ni tampoco cómo voy a expresarlo. Por consiguiente, me limito a abrir el corazón mientras las primeras imágenes de mi mente somnolienta me llevan a la ciudad de Logroño, que a borbotones fluyen como centellas paseándose por el cielo en noche de verano. Porque la vida está reservada para la memoria somos lo que recordamos, decía el poeta. Mi memoria del cielo no está asociada con la ciudad citada, es anterior, vive imbricada en los cielos de la estepa soriana, bajo el que nací y su manto cubrió mis primeros años de vida. Sin embargo yo no la considero mi tierra, mi tierra es mi memoria de adolescente, en donde yo me hice, despacio, con intensidad, haciendo ejercicios de deducción y lógica por la noche al irme a la cama, y que indefectiblemente terminaban en desastre, me perdía y vuelta a empezar, así hasta que me dormía.

          En aquella época me leía las biografías de grandes personajes de la cultura, nunca me molesté hacerlo con los históricos, el Cid Campeador me ponía triste, jamás sentí pena de sus hijas; tampoco me preocupé de las vidas de eclesiásticos y de santos, para nada me interesaban. Me apasionaba la vitalidad de las mentes preclaras del pensamiento universal, llenas de anécdotas y trabajos inconcebibles. Porque la vida, con mayúsculas, sólo está reservada a los triunfadores y el gran triunfo es el de la cultura. En ellas aprendí a desprenderme de mi mismo para de seguido reencarnarme en la figura del personaje, sintiendo en mis carnes sus dudas existenciales, ¡Unamuno Unamuno! De este modo proseguí perfeccionando los desdoblamientos de mi ser dual, que tanta angustia me han creado a lo largo de mi vida, si bien no me quejo porque gracias a ellos he llegado al fondo de la sima donde radica el origen del gran vacío, donde reside el gran conocimiento. Durante mi primera juventud, en mi fuero interno, consideraba héroes silenciosos de la vida a los grandes hombres y genios de la cultura, quienes lucharon con pasión contra las hordas de la barbarie y de la ignorancia, dejando correr su preciosa sangre por los ríos de la primavera poética, para regar los desiertos de imágenes prodigiosas, que esperaban el milagro de la fertilidad gracias al caudal de la abundancia, la palabra.

          Así, como la hierba y el rocío, contacto frío y húmedo, es el de la palabra savia en los labios del hombre; así, como los dedos en el clítoris, contacto húmedo y cálido, es el impacto de la palabra en la mente del hombre culto. Porque yo asevero que la palabra es la más bella de las representaciones simbólicas, abstractas, y como cualquier otro símbolo se nos deshace en las manos al intentar apresarla. Cuando realizamos una secuencia repitiendo la misma palabra, palabra y significado se nos pierde en la mente, es necesario pararse para recuperarlos de nuevo. Así de tenue es la palabra, algo semejante al aire que podemos tocar pero nunca lo apresaremos con las manos, si lo parásemos el aire desaparecería; pues la palabra, cuando intentamos hacerla nuestra y poseerla, pierde su significado, se esfuma y desaparece. La palabra es el medio metafísico inventado por los dioses para la comunicación del hombre con los hombres y del hombre con sus dioses, de ahí su ser etéreo. La palabra es ese maravilloso regalo que el hombre hubo de conquistar para sí luego de dramáticas transformaciones de su sí mismo, posibilitando el nacimiento de la cultura paralelamente al surgimiento del lenguaje.

          Y la vida sin palabras es inimaginable para el hombre. Su vida se basa en la palabra, en su palabra, para interrogarse a sí mismo acerca de su propia existencialidad, puesto que nunca conoce con exactitud en qué capítulo de su vida se halla, dónde buscarse, hacia dónde dirigirse, dónde encontrar al compañero caído...




Artesanía de la palabra, 2ª


Letra a letra se construye la palabra, palabra a palabra nace el sentimiento,
 sentimiento a sentimiento se crea el verso,
 verso a verso se hace la estrofa, estrofa a estrofa se ultima el poema,
poema a poema se finiquita el poemario.

Conclusión: todas la palabras que conforman El Romancero
Gitano fueron escritas artesanalmente por F. García Lorca. El poeta divino que supo esconder su cadáver a la vista de los hombres.

4 comentarios:

  1. Cuando hablas del "gran vacío" y el "gran conocimiento", me recuerda a ciertas teorías budistas o a la mística heterodoxa (desde el punto de vista de la Iglesia, claro) de Miguel de Molinos, ¿estoy desencaminado?
    Muy bonita la comparación de la palabra en la mente con los dedos en el clítoris, je, je.

    ResponderEliminar
  2. Me alegro que te hagan feliz mis escritos.
    Lo etenderás mejor si lees mi artículo que se publica hoy en La Rioja, página 14, "Rodin o la espiritualidad en el arte".
    Yo reconozco que me inclino mñas hacia el Tao, pues no es una religión, mi hacen falta los dioses, allá cada cual con sus creeencias, simplemente es una actitud en la vida a la que se le es fiel.

    ResponderEliminar
  3. Como sabes, el taoísmo es una derivación china del budismo. Éste, en su sentido originario, era más bien una filosofía atea. Ver también la idea de "Brahma" en el pensamiento hindú.
    Y el concepto de Dios en Molinos está cercano al del vacío, por ello, entre otras razones, fue considerado herético.
    A ver si leo tu artículo en "La Rioja", ¿está en internet?

    ResponderEliminar
  4. Muy oportuno el símil, te agradezco la delicadeza de tu asociación, la película es preciosa. Ya sabes, el cine también es literatura,espero que siguas disfrutando con mis trabajos.
    Ya tienes uno nuevo sobre Rodin

    ResponderEliminar